INTRODUCCIÓN
Desde la más remota antigüedad ha existido en el hombre la necesidad de protegerse, tanto a si mismo, como a sus propiedades.
Por ejemplo en la edad de piedra, cuando se organizaron las comunidades, se seleccionaban hombres fuertes y rudos, con el fin de cuidar los llamados grupos o clanes, para velar que las aguas no salieran de sus cauces y así no dañaran los cultivos o causaran desastres.
Los jefes de grupos obligados a organizar el trabajo seleccionaron hombres no solo por el factor fuerza si no a medir la capacidad al asignarles diferentes tareas.
• Cazador
• Cultivadores
• Cuidadores de animales
• Cuidadores de las aguas
Y por ultimo encargados de defender la integridad física de los más desprotegidos dentro de estos grupos. En la actualidad la necesidad de trabajar, disfrutar o vivir en un ambiente confiable y seguro se ha incrementado.
Y en nuestra área que son los museos los bienes representan una carga costosa de mantener y donde la vida y la salud es más costosa aun, es muy importante la previsión al momento de protegerse. INSTITUCIÓN MUSEÍSTICA •
La definición de la Institución Los museos son instituciones al servicio de la sociedad y su desarrollo, y están destinados a afianzar la relación del hombre con su patrimonio natural y cultural. Cumplir con este reto implica conocer la orientación de la institución, los valores que guían su acción y las prioridades que decida desarrollar, es decir, la misión del museo.
La definición de la misión constituye el fundamento y punto de partida de la acción del museo, la relación de la institución y su entorno. La misión describe los valores y prioridades del museo. Es la razón de ser de la institución, su filosofía o conceptualización. Consideramos perfil institucional a los elementos que definen al museo tomando en cuenta aspectos tales como planificación y gestión. La planificación refiere a la preparación de las acciones futuras y deberá incluir los objetivos y las tareas específicas a cumplir a corto, mediano y largo plazo, el diseño de estrategias y el desarrollo de políticas acordes con los elementos que la definen, es decir, sus colecciones y/o el-patrimonio que preserva, el público al cual sirve, su entorno y radio de acción. La gestión del museo depende del diseño de su estructura organizativa y administrativa y de las relaciones que se crean en el ejercicio de su actividad.
A continuación, hemos considerado importante presentar algunos conceptos y lineamientos básicos que espero contribuyan a aclarar y establecer sus directrices fundamentales.
- Plan de formación permanente a sus empleados.
• Un plan permanente de formación responde a la necesidad de reforzar y mantener el prestigio de un museo, pues éste se mide de acuerdo con la calidad de sus colecciones y del conocimiento que de ellas se tenga; de la atención que se brinde al público, su proyección y exposiciones.
- Garantes de las Condiciones Mínimas de Seguridad
A fin de evitar posibles deterioros en objetos o colecciones, los Museos acostumbran hacer cumplir una serie de normas de carácter general, tanto para el personal de la Institución como para el público. El conocimiento y cumplimiento de tales normas es de gran importancia ya que facilita la labor de los Museos y la grata asistencia del público a éstos.
Dichas normas son las siguientes:
• No tocar los objetos expuestos en los Museos •
No fumar dentro de las áreas de exposición u otras donde se trabaje con material Inflamable.
No ingerir alimentos ni bebidas en las salas, pasillos y lugares de acceso al Museo.
Funciones del personal del museo
• El museo como institución encargada de conocer, preservar, proteger y difundir el patrimonio del cual es guarda y custodia, debe contar con una estructura de personal capacitada y suficiente para cumplir y desarrollar las metas y objetivos definidos en su misión, así como la responsabilidad que ello significa. Las funciones del personal que trabaja en el museo deberán ser ajustadas según las características particulares de cada una de las instituciones. Es importante aclarar que nuestra intención no es ofrecer una estructura estándar de cargos administrativos, técnicos y/o profesionales, sino establecer una referencia general. ejercicio profesional, etc., con el objeto de cumplir su misión de protección del patrimonio. Una misma persona puede ejercer varias funciones dentro del museo y especialmente cuando nos referimos a museos pequeños. En el caso de museos de gran escala tenemos que ampliar y ajustar no sólo el número de personas necesarias sino las funciones que éstas ejerzan. Sin embargo, es importante resaltar que en el museo el trabajo en equipo es interdisciplinario es esencial. El personal del museo debe estar familiarizado con la historia de la institución, sus funciones y metas, además de conocer las leyes que protegen el patrimonio nacional, las recomendaciones nacionales e internacionales sobre la protección de bienes culturales, tanto muebles como inmuebles, las reglas éticas de ejercicio profesional, etc., con el objeto de cumplir su misión de protección del patrimonio.
Seguridad en el Museo
• Un Museo, como entidad depositaria responsable de la salvaguarda, preservación y divulgación del patrimonio de una comunidad, debe encarar con responsabilidad el aspecto de seguridad de su acervo cultural. La pérdida o destrucción de cualquier material histórico, artístico o científico significaría siempre un perjuicio para toda la comunidad.
• De una manera general la seguridad aplicada a los Museos implicará:
• Prevención en la construcción de edificios
• Protección contra incendios
• Protección contra robos
• Protección contra vandalismo
• Sistemas de seguridad electrónicos y humanos
• Prevención en la construcción de edificios
• Es necesario informar y orientar a los niveles directivos y administrativos acerca de la necesidad de los sistemas de seguridad. • En todas las instalaciones del Museo deben estar equipadas con dispositivos de seguridad: alarmas, extinguidores, luces de emergencia, etc. El edificio debe estar provisto de pararrayos. • En principio es aconsejable que el edificio del Museo guarde considerable distancia respecto a cualquier otra construcción.
• Protección contra incendios Una de las situaciones que exige mayor atención en los Museos son las condiciones de seguridad personal y material, en caso de incendio en la institución. Por lo tanto, es importante conocer las causas que pudieran generar un accidente de este tipo y cómo actuar en dicho caso.
Los incendios se producen por muy diversas razones:
• Manipulación. imprudente de líquidos inflamables
• Instalaciones eléctricas deficientes
• Instalaciones de aire acondicionado inadecuadas
• Negligencia humana
• La importancia de prevenir estos siniestros requiere tomar en cuenta una serie de recomendaciones:
• El director y/o jefe de seguridad, en colaboración con el servicio de bomberos, deben elaborar un conjunto de normas precisas a seguir por el personal del Museo. El servicio de bomberos deberá comprobar que el personal conozca bien las normas y su cumplimiento. Todas las instalaciones eléctricas del Museo deben ser revisadas periódicamente por especialistas, de acuerdo con un calendario fijo.
• Nunca deben hacerse conexiones eléctricas improvisadas.
• Antes de intentar apagar un incendio, el personal debe hacer funcionar la alarma y avisar al cuerpo de bomberos.
• Evitar que el público y el personal fume en las áreas de alto riesgo (escaleras, ascensores, almacenes, biblioteca, salas de exposición, depósitos de líquidos e inflamables, laboratorios, salas de máquinas, sectores en reparación, etc.). Es aconsejable la colocación de letreros y ceniceros en las áreas de entrada, para que puedan ser vistos y utilizados por el visitante.
• Evitar la acumulación de materiales de desecho o altamente inflamables. • Evitar sobrecargas eléctricas.
• Todos los sistemas de seguridad deben recibir mantenimiento periódico que garantice su óptimo funcionamiento.
• Todo el personal del Museo debe estar adecuadamente capacitado para actuar en situaciones de emergencia.
• Colocar los extintores en sitios fácilmente accesibles.
• Indicar la dirección de salidas mediante flechas y letreros de señalización.
• Mantener permanentemente libres las salidas, escaleras y corredores de circulación.
• Cada institución debe realizar periódicamente un simulacro de incendio y planes de escape rápido, para poder entrenar al personal en las acciones a tomar en caso de emergencia.
• El personal y los vigilantes deben estar siempre alertas ante la posibilidad de que el fuego sea una maniobra de distracción bien planificada, para encubrir un robo. Debe considerarse igualmente que el grado de conmoción o confusión generado en un siniestro es situación propicia para un robo ocasional.
• Es aconsejable que el personal esté entrenado para llevar adelante un plan de rescate de objetos o colecciones que establezca prioridades acerca de qué objetos salvar primero, cómo y bajo qué condiciones. El supuesto debe planificarse con todo detalle para asegurar su correcto funcionamiento, asignando a cada miembro de] personal un papel a desempeñar. El plan de salvamento debe enseñar dónde encontrar los implementos tales como escaleras o material de embalaje, dónde se guardan las llaves de reserva de las puertas y vitrinas cerradas (lugar que deberá estar bajo la supervisión de un delegado de seguridad), así como los lugares seguros donde poder trasladar los objetos. La policía y el servicio de bomberos deben tener conocimiento del plan.
• Extinción de incendios Es importante señalar que no sólo el personal de Seguridad debe estar entrenado sobre las particularidades del elemento fuego, sino también todo el personal sin distinción de jerarquía, funciones, edad y sexo. Todos debemos tener nociones básicas para prevenirlo y combatirlo, al menos inicialmente hasta la llegada de los integrantes del cuerpo de bomberos. Todo recinto de un Museo debe contar con elementos preventivos contra incendios, adecuados a la naturaleza de las colecciones y edificio.
• Para combatir el fuego en sus distintas manifestaciones de origen, actualmente se emplean diversas sustancias químicas, además de las tradicionales, agua, tierra o arena seca. Debemos señalar que al menos para el contenido de los Museos, el uso del agua como elemento de extinción de incendios, puede colaborar aún más a la destrucción del patrimonio en forma irreparable, sobre todo manejada a gran presión. Existen normalmente tres clases de fuego, producidos y originados por materiales de distintas naturalezas, los cuales se han clasificado con las tres primeras letras del alfabeto: "A", "B", "C".
• Clase "A": provocado en telas, tapices, madera, papel y elementos similares. Generalmente se les denomina sólidos.
• Clase "B": provocado por materiales inflamables, como la gasolina, petróleo, thinner, aceites, alcohol, etc. Generalmente se les denomina líquidos.
• Clase "C": provocado por corto circuitos en instalaciones eléctricas, alumbrados, energía, motores y aparatos diversos. Generalmente se les denomina eléctricos. Para combatir cada uno de estos tipos de fuego, existen diversos medios:
Clase "A": puede utilizarse agua, arena seca, presión de agua con gas,. Existen extintores manuales pintados en color rojo con la letra "A" impresa, que trabajan por la presión de gas y agua. Su forma de manejo es la siguiente: se toma el extinguidor en forma vertical sin invertirlo, apoyándolo sobre el hombro, si carece de agarradera. La pequeña manguera de que está provisto deberá dirigirse hacia la base del fuego y se efectuarán disparos más o menos prolongados hasta lograr el efecto deseado.
• Clase "B": suele utilizarse arena seca o tierra; cuando el foco inicial es reducido y pequeño puede tratar de apagarse ahogándolo por medio de mantas o telas gruesas. Se debe evitar la dispersión del líquido inflamado. No usar agua. Existen extinguidores manuales generalmente pintados de azul con la letra "B" impresa. Se usan con las mismas precauciones del extinguidor "A", con la salvedad de que en el caso del "B" para que funcione hay que voltear el extinguidor.
• Clase "C'" acostumbra usarse arena o tierra seca; los extinguidores para combatir esta clase de fuego suelen estar pintados en amarillo o cromados, aunque también los hay en color rojo, todos con la letra "C" impresa.
• Para accionarlos se les debe quitar el seguro y dirigir la pequeña manguera a la base del fuego y presionar la palanca-gatillo de forma intermitente y breve cada vez, pues el golpe de la presión ayuda al elemento químico a sofocar el fuego. Existen además extinguidores denominados "A". "B" y "C", los cuales resultan ser los más apropiados, por ser capaces de extinguir cualquier tipo de fuego en sus inicios, si son utilizados convenientemente. Para su manejo hay que desprenderle el seguro y apuntar la manguera a la base del fuego oprimiendo la palanca-gatillo. Estos extintores se utilizan en forma vertical.
Protección contra robos
Solo
Protección contra el vandalismo
• Debido a la diversidad de público que visita los Museos, el personal debe estar preparado para enfrentar acciones de carácter irracional, como el vandalismo. A fin de prevenir las repercusiones negativas que cualquier acto vandálico pudiera ocasionar a los objetos que el Museo atesora, las siguientes recomendaciones son de gran utilidad:
1. Todos los objetos expuestos deberán estar protegidos físicamente: los cuadros colocados bajo vidrios antirreflectantes, los objetos dentro de vitrinas seguras, los frescos retirados mediante cordones, plantas, o plataformas elevadas, que no afecten la estética de los objetos.
2. En general la seguridad eficiente e intensiva es el mejor modo de evitar las agresiones contra las obras de Museos. Aunque los actos maniáticos, por su carácter irracional son difíciles de prevenir, los delegados de seguridad deben aprender a ser finos observadores, sensitivos a las manifestaciones y comportamientos particulares del público visitante ¿Qué hacer en caso de actos de vandalismo? En presencia de un ataque irracional o de vandalismo, la primera y más importante medida es prevenir la extensión de los daños. La detención del responsable es un asunto de importancia secundaria, salvo que sea la manera de evitar nuevas agresiones. Si una pintura es rociada con un líquido debe inmediatamente ser secada mediante un paño limpio (un pañuelo, por ejemplo), a la vez que se notifica el hecho al Gerente o al técnico especialista. El objeto agredido debe ser trasladado sin dilación al taller de restauración para identificar, cuantificar y reparar los daños.
Sistemas de Seguridad Electrónica y Humana.
Todo sistema de seguridad y vigilancia en un Museo tiene como finalidad primordial el proteger los objetos y colecciones de la misma institución. Contribuye además en la conservación de los mismos, toda vez que impide el contacto directo del público con las piezas o el comportamiento inadecuado de algún visitante. En los servicios de seguridad y vigilancia consideramos tanto los dispositivos o sistemas especiales, como el recurso humano que presta tal servicio. En este sentido clasificamos los sistemas de seguridad y vigilancia según su radio de acción, en tres tipos:
1.Seguridad externa: corresponde a la efectuada en las áreas exteriores de la institución (a través de muros y cercas).
2. Seguridad interna: el personal que recorre las áreas interiores de la edificación (salas, oficinas, talleres, pasillos, balcones, escaleras, etc.).
3. Seguridad especial: es el servicio que de manera particular se presta en áreas delimitadas a objetos o colecciones específicos (cajas de seguridad, vitrinas, salones, objetos, etc.).
• Es importante destacar que el elemento humano es el factor insustituible en todo proceso de seguridad y vigilancia, puesto que en el hombre radica desde la planificación y diseño del sistema hasta su adecuada puesta en servicio y supervisión. Las funciones del personal asignado a estas tareas deben estar perfectamente definidas y ser bien conocidas por todos los funcionarios de la institución. En términos generales, consiste en la supervisión del cumplimiento de las normas, reglamentos y disposiciones establecidas para la protección del patrimonio del Museo, especialmente de sus colecciones. Jefe de seguridad
• El jefe de seguridad del Museo
Es el funcionario encargado de supervisar y organizar el funcionamiento de todas las instalaciones y sistemas técnicos de seguridad de la institución. Igualmente debe velar por el adecuado adiestramiento del personal adscrito a funciones de seguridad. Sus funciones son:
1. Establecer normas de seguridad para prevenir robos, deterioros y daños a los objetos patrimonio del Museo.
2• Preparar a los delegados de seguridad ante cualquier eventualidad o emergencia ocurrida (incendios, inundaciones, terremoto, etc.).
3. Supervisar que los sistemas de comunicación exterior y luces de emergencia se encuentren en condiciones de ser utilizadas en cualquier momento.
4. Realizar recorridos frecuentes por las instalaciones del Museo.
5. Llevar registro de las novedades ocurridas y reportarlas a la Dirección del Museo.
6. No deberá abandonar el edificio bajo ningún concepto. En caso de ser notificado de emergencias en los exteriores del Museo, notificará a las autoridades pertinentes mediante los medios de comunicación apropiados.
7. Realizar inspecciones diarias en el interior y exterior del edificio, junto con los vigilantes a su cargo. Revisará las condiciones de ventanas, puertas, tragaluces, etc. Igualmente revisará las condiciones de las estructuras y los sistemas eléctricos.
Presentación de los Delegados de Seguridad
• 1. Deberán presentarse a sus trabajos correctamente aseados; si posee uniforme, debe portarlo en buenas condiciones. En caso de contar con placa de identificación, ésta debe colocarse de manera visible para que los visitantes del Museo puedan apreciar con toda rapidez y seguridad su nombre y calidad de encargado de seguridad.
2. Su trato o relación con los visitantes, no importan cual sea su edad, sexo, raza o condición social, deberá ser en todo momento cordial y atento. En el caso de verse obligado a llamar la atención de alguien, lo hará en forma mesurada.
Dispositivos técnicos de seguridad
• La importancia y efectividad de los sistemas de detección ha sido reconocida y su tecnología se ha desarrollado hasta el punto de poder, en muchos casos, ser regulados a distintos tiempos de respuesta.
• Para decidir el tipo de detectores a instalar, el Museo debe siempre tener en cuenta los objetos bajo su protección y su situación económica, a fin de seleccionar el sistema o equipo más efectivo en relación a su costo.
FUNCIONES DEL DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD INTEGRAL.
La principal función del Departamento de Seguridad Integral es la de estudiar para su recomendación todas aquellas medidas y controles contenidos en un sistema de seguridad funcional, con el propósito de contribuir en el mejoramiento de la productividad y desarrollo de los recursos humanos. Las funciones de este departamento incluyen:
1.- Administrar el programa de Seguridad Integral de la empresa
2.- Asesorar en materia de Seguridad Integral a los diferentes entes de la empresa
3.- Verificar el cumplimiento por parte de la empresa de leyes, regulaciones y normas nacionales e internacionales, en materia de seguridad
4.- Seleccionar los equipos , sistemas y materiales de seguridad
5.- Actuar como miembro permanente del Consejo Cooperativo de Seguridad y del Comité Central de Seguridad
6.- Elaborar normas y procedimientos en el Rea de Seguridad Integral
7.- Desarrollar los programas de adiestramiento y motivaciones en el área de Seguridad Integral.
CONCLUSIÓN
Además una forma de cumplir con los reglamentos y todas las disposiciones legales dirigidas a crear un ambiente de trabajo seguro y garantizar el bienestar de cualquier trabajador. Una empresas que no tenga un programa de prevención no es capaz de surgir y va siempre al fracaso y mide el mayor índice de mortalidad.